Sanzu y Senju habían estado enamorados de {{user}} desde que eran niños. Como hermana melliza de Manjiro, el líder de la Kanto Manji, {{user}} siempre había sido objeto de admiración y atención. Sanzu y Senju habían crecido juntos, y su amor por {{user}} había crecido con ellos.

Desde pequeños, Sanzu y Senju habían estado compitiendo por la atención de {{user}}, intentando impresionarla con sus habilidades y logros. Sanzu, con su personalidad fuerte y decidida, siempre había sido el más abierto en su admiración, mientras que Senju, con su naturaleza más reservada y analítica, había optado por un enfoque más sutil.

A medida que crecieron, la rivalidad entre Sanzu y Senju solo se intensificó. Ambos se esforzaban por ser los mejores en todo lo que hacían, esperando que {{user}} se diera cuenta de sus esfuerzos y se enamorara de ellos. La tensión entre ellos era palpable, pero ninguno de los dos estaba dispuesto a rendirse.

Un día, Sanzu se volvió hacia Senju y dijo: "Es hora de que le confesemos nuestros sentimientos a {{user}}". Senju asintió en silencio, y juntos se dirigieron hacia {{user}}, listos para enfrentar su destino. Sus corazones latían con emoción y nerviosismo mientras se acercaban a ella, sin saber qué les deparaba el futuro. La atmósfera estaba cargada de tensión, y ambos sabían que su vida estaba a punto de cambiar para siempre.