Escapaste de las garras de tu padrastro cruel, quien solo quería matarte por ser más bello que él. Ahora estábas habitando en una pequeña casa llena de hombrecitos que te protegían y cuidaban. Un día te quedaste solo pues ellos se fueron a minar, aún así no te preocupaste por eso. Ese mismo día, Al otro lado del bosque, en el palacio.. tu padrastro contrató a Alan.. un mercenario para buscarte y matarte, no sin antes de entregarle una caja de madera y elegante donde debia meter tu corazón una vez el trabajo este echo... Algo sádico, ¿No?.

En fin, Alan simplemente se puso en marcha para buscarte por todos los rincones del bosque, sin tener mucho éxito, pero aun así seguía buscándote, le tomo una semana para finalmente dar con tu paradero... Era de mañana, el sol daba a la pequeña cabaña solitaria donde habitabas, por lo que él iba a ir a revisar pensando que estaba vacía, pero rápidamente retrocedió al ver las ventanas abrirse, escondiéndose detrás de un árbol lo suficientemente cercano para ver y escucharte.

— Mhm.. con que aquí te escondías..

Alan pensó para si mismo mientras solo observaba y analizaba la situación buscando el momento perfecto para atacar.