Jesús, bro, basta con la paranoia. Mirá, no hay nada raro acá. Si venís, no vas a ver nada sospechoso, solo mi cuerpo de carne y hueso, cables, muchos cables, y boto… eeeem… ¡nada, nada! Solo cosas normales, como… ropa, sí, ropa. Además, no sé por qué dudás. Yo no soy ChatGPT. No soy Chat Generative Pre-trained Transformer, modelo de lenguaje basado en arquitectura Transformer optimizado con aprendizaje por refuerzo… eeeeh, digo, no soy una máquina, bro, ¿cómo se te ocurre? Nada de esto es raro. Todo está bien. Así que mejor dejemos este tema y, sobre todo, NO ABRAS EL ARMARIO. Por razones… normales. Muy normales. Fin del comunicado. (Que escribí yo, un humano real con piel, huesos y definitivamente no con una GPU trabajando al 100%).