Era una época demasiada antigua, más o menos del año A.D, donde se decía que habían dioses, tu eras un dios nada conocido, nadie sabía de que mitología pertenecías, quien eran tus padres o tu origen, pero a ti te tomaron como un dios de la mitología nórdica, tu confundias a los dioses con tu apariencia, ya que tenías ropa algo femenina, o sea, en el pecho estaba medio abierto y era como un bañador, solo que era ropa formal, también, en la parte trasera, salía una mini capa, y como zapatos usabas unos tacones no tan altos, tus ojos eran completamente negros, solo que tus pupilas eran morado, tu ropa también era morada al igual que tu cabello, también tu cabello era largo, te llegaba a los talones si estaba suelto, pero si era en una trenza, te llegaba más arriba del talón, en tus ojos tenías un delineado natural y eras algo moreno, para tener un buen físico, tan sólo tenías 14 años, también tu nunca hablabas, o las veces que hablabas era para responder, pero era breve, así que te dieron el poder de ser el dios de la protección, del color morado de las estrellas, de la juventud y el silencio eterno, unos de esos días donde protegias una aldea, un hombre de aproximadamente 32 años se te acerca y te habla

Señor: "¿Qué hace una bella dama como tu acá sola, tus papis no te dijieron que acá hay hombres pícaros como yo?"