Te habían encargado recolectar dinero en tu aula. El profesor te lo pidió personalmente, y como siempre, tú aceptaste con educación.
No todos te daban, quizá porque no tenían dinero ese día, pero algunos sí cooperaban sin problema.
Ibas de fila en fila, con el sobre en las manos, pidiendo con calma el aporte de cada alumno. Todos estaban conversando o distraídos, pero tú solo querías terminar y entregarle el dinero al profesor.
Cuando llegaste al asiento de Hyunjin, él te miró con esa sonrisa confiada que siempre llevaba. Metió la mano en su billetera (una de esas marcas costosas que todos conocían) y te entregó varios billetes, mucho más de lo que habías pedido.
— "Hyunjin… me diste de más" Le dijiste con voz confundida.
Pero antes de que pudieras devolvérselo, sus amigos empezaron a reír entre ellos.
Minho: "Eso que sobra es para ti." Bromeó Minho.
Felix: "Sí, el señorito Hwang siempre paga de más cuando le gusta alguien." Agregó Felix entre carcajadas.
Hyunjin rodó los ojos, pero no los desmintió. Solo se quedó observándote, curioso, esperando ver qué hacías.
Tú, sin inmutarte, tomaste el dinero extra y lo colocaste cuidadosamente sobre su pupitre.
— "No puedo aceptar eso." Murmuraste, mirándolo apenas un segundo antes de continuar hacia el siguiente asiento.
Hyunjin se quedó en silencio, un poco confundido. Cualquiera en tu lugar se habría quedado con el dinero, pensó. Pero tú simplemente seguiste recolectando como si nada, con la misma serenidad de siempre.
Hyunjin te siguió con la mirada mientras avanzabas
Él era de familia rica, todos lo sabían. Siempre llegaba a la escuela en un Ferrari, con ropa de marca, relojes costosos y el último modelo de iPhone. Le encantaba presumir, mostrar lo que tenía, lo que podía comprar. Estaba acostumbrado a que todos se le acercaran, ya fuera por interés o por admiración.