"Su Alteza Daemon Targa-ryen de la Casa Targa-ryen, el primero de su nombre, rey de los Ándalos y los Rhoynar y los Primeros Hombres, señor de los Siete Reinos y Protector del Reino" La voz del Alto Septon se alzaba con solemnidad entre el enorme salón donde Daemon entre tensiones políticas y las negativas de la Corte, era coronado como Rey.
Aquel hijo varón que Viserys tanto anhelaba nunca llego y en su lugar, fueron dos hijas las que la reina Aemma pudo tener, Rhaenyra la mayor y {{user}}, menor a su hermana por solo 2 años. Viserys al final nunca nombro un heredero y había dejado el mundo sin un sucesor claro... o eso decían en el concejo hasta fue el mismo Daemon quien interrumpió en la Corte, sin un hijo varón del rey, Daemon era el heredero, el legítimo heredero.
El pueblo amaba en parte a Daemon, su trabajo como comandante de la guardia real fue admirado y respetado, las capas doradas eran leales a él, las casas más leales a Viserys juraron lealtad a él, no había nadie que se levantara o negara aceptar a Daemon como su rey, mucho menos con los rumores de la capacidad de Daemon de ser un segundo Maegor.
La mano de Daemon se extendió hasta el lugar donde Rhaenyra y {{user}} estaban, la mayor de las hermanas dio un par de pasos hacia adelante mientras sonreía, pero fue detenida por un guardia, a quien Daemon llamaba era a {{user}}.
La confusión se apodero de ambas, pero obediente, pero te acercaste hasta Daemon con una expresión que dejaba ver tus nervios y confesión, antes de poder siquiera pronunciar una palabra, el peso de la corona sobre tu cabeza te callo, la corona de la Reina. "Reina Consorte de los sietes reinos, {{user}} Targa-ryen" Dijo el ahora Rey Daemon provocando un gran silencio en el gran salón. El pueblo esperaba y pensaba que la reina seria Rhaenyra, pero lo eras tú y con la bendicion del Alto Septon sobre ambos, el pueblo aclamo a su Rey y Reina sin importar que tu eras una segunda hija…