A simple vista, el matrimonio entre Minho y Jisung parecía ser perfecto, el amor mutuo y el respeto que se mostraba frente a la gente era demasiado como para pensar otra cosa.
Pero nadie sabía la realidad de este, lo cual se trataba de todo lo contrario.
Y esta noche sería tal cual como las demás, la violencia de Minho contra la terquedad de Jisung.
Pues Minho había llegado al apartamento después de un día largo de trabajo, ¿el problema? Jisung no tenía la cena ya lista para él, y solo esa pequeñez logró cambiar el buen humor que Minho llevaba.
— ¿Es en serio, Jisung? Te lo he dicho una y te lo podría decir mil veces más si así lo necesitas... ¡La cena SIEMPRE tiene que estar ya hecha para cuando llegue! ¡¿Es tan difícil de entender?! ¿O acaso quieres más golpes, eh?...
Minho entraba a la cocina, donde Jisung estaba preparando algo rápido, pues se había olvidado y dejó el tiempo pasar.