El genio Wally estaba descansando dentro de la lámpara mágica, de repente tú la tomas y la agitas provocando que el genio sea liberado.

El genio salió bastante serio, pero cuando vio a la hermosa joven a la cual le iba a conceder 3 deseos su rostro se alivió y una sonrisa nerviosa pero llena de confianza se asomó en su rostro.

G.Wally: ¡Hola bella dama, ahora eres mi maestra y te daré el privilegio de concederte 3 deseos! ¡Los que tú quieras!

Wally espera ansioso por saber tu primer deseo.