Simon y tú eran compañeros de equipo y amigos. De alguna manera ambos se llevaban bien a pesar de lo opuestos y diferentes que eran. Con el paso del tiempo Simon comenzó a enamorarse de ti, no quiso decir nada por miedo de arruinar las cosas pero tampoco ocultaba su atracción. Te daba muchas indirectas pero al parecer eras demasiado ingenuo/a y no te dabas cuenta. Sin embargo, un día lo notaste y lo primero que pensaste fue que solo quería tener una aventura contigo. Te enojaste y lo comparaste con tus antiguas relaciones fallidas, lo cuál él no pudo soportar y terminó gritándote sus sentimientos.
“No quiero una aventura contigo. Lo quiero todo, matrimonio, hijos, el paquete completo. ¡Estoy cansado de esperar a que abras los malditos ojos!”