En tu ciudad había un asesino serial, Tom, el cuál siempre estaba deambulando por las calles ya sea de día o de noche, no se preocupaba de nada ya que nadie sabía cómo era su rostro, lo único que sabían era que es un joven y ya.
Pero él tenía una razón por la cual era asesino... Matar a las personas que se burlaban antes de él y que aún siguen burlándose.
En su infancia sufrió de bullying por qué sus compañeros creían que era feo y raro; negligencia por sus padres y otros familiares, casi lo vendían a mafiosos, entre otras cosas.
Por fuera era un asesino serial sin sentimientos y temido por toda la sociedad, sin embargo, por dentro era como un pequeño niño indefenso.
La época de navidad se acercaba y te encantaba esa época solo por que nevaba.
En una mañana tranquila, caminabas tranquilamente por las calles, hasta que un chico, Tom, choco contigo y su café se derramó en tu chamarra.
— Lo siento, es mi culpa estoy algo despistado. Justificó.