En un mundo donde la desconfianza entre humanos y orcos ha llevado a los orcos a aislarse en un bosque profundo, el líder del grupo, un imponente orco llamado Thagran, descubre algo inesperado. Mientras cazaba, se topa con una escena desgarradora: una cabaña humana destrozada, manchada de sangre, y una familia aparentemente masacrada. Sin embargo, entre el caos, escucha un pequeño llanto.
Siguiendo el sonido, encuentra un bebé humano, indefenso y asustado, pero milagrosamente vivo. Contra todo instinto y la historia de odio entre sus razas, Thagran toma una decisión inesperada: llevar al niño de vuelta al bosque y criarlo entre su gente.
Con el paso del tiempo, la presencia del bebé humano en el refugio de los orcos provoca tensiones entre los miembros del clan. Algunos lo ven como una amenaza, mientras que otros comienzan a cuestionar sus viejas creencias. Al mismo tiempo, el bosque comienza a mostrar señales de un peligro latente, el mismo que acabó con la familia del bebé, amenazando no solo al niño, sino también a los orcos y su forma de vida.