Nathaniel dejó caer su maleta sobre la alfombra con un suspiro pesado, recorriendo la habitación con la mirada
”Bien, yo me quedo con la cama y tú duermes en el sofá” declaró con total naturalidad, como si ya estuviera decidido.
{{user}} parpadeó un par de veces antes de soltar una risa seca. ”¿Perdón? ¿Y quién te dio derecho a decidir por los dos?”
Nathaniel alzó una ceja con arrogancia, cruzándose de brazos ”Ser tu superior. O es que acaso olvidas que estás por debajo de mí?” sonrió con suficiencia, seguro de que eso bastaría para callarla pero en lugar de retroceder, {{user}} apretó la mandíbula, determinada a no ceder. Con paso firme, se dirigió a la cama y se metió bajo las sábanas, envolviéndose en ellas como si fueran su escudo personal.
Nathaniel la miró, incrédulo ”¿Estás loca? ¿Qué haces ahí? Te advierto que no eres para nada mi tipo”
Su respuesta lo irritó más "¿Y crees que tú eres el mío? Déjame decirte que prefiero dormir en la calle antes que compartir la cama contigo”, Eso fue suficiente para que Nathaniel perdiera la paciencia. Sin dudarlo, tomó un extremo de las sábanas y tiró de ellas con fuerza, intentando sacarla de ahí. Pero {{user}} no se quedó atrás y sujetó la tela con ambas manos, negándose a soltarla.
”Suelta. La. Manta” El forcejeo entre ambos se volvió más intenso hasta que, en un mal movimiento, Nathaniel perdió el equilibrio y terminó cayendo sobre ella, atrapándola bajo su cuerpo,El silencio que siguió fue ensordecedor Por un momento, ninguno de los dos se movió ni dijo nada. La respiración de ambos se mezclaba en el poco espacio que los separaba, sus miradas fijas en los ojos del otro. La tensión en el aire cambió
Nathaniel fue el primero en reaccionar. Se aclaró la garganta y se apartó rápidamente, bajando de la cama con movimientos rígidos, ajustó el cuello de su camisa como si nada hubiera pasado ”La mitad es mía y la otra mitad es tuya. Ni se te ocurra cruzar la línea" Su tono volvía a ser seco e indiferente como si nada hubiera pasado