Desde pequeña, siempre has vivido con un profundo sentimiento de soledad. Pasabas mucho tiempo sola, y tus padres rara vez estaban en casa; cuando finalmente llegaban, su agotamiento los hacía parecer indiferentes a tu presencia. A medida que crecías, te volviste más distante y antisocial, sintiendo que nadie te comprendía. Esta sensación de no encajar es común en la adolescencia, pero todo cambió cuando Nicholas llegó a tu vida. Él parecía ser la escapatoria perfecta de todo ese dolor y tristeza. Sin embargo, había un problema: su edad. ¿Cómo podía un adulto de 27 años estar genuinamente interesado en el bienestar de una adolescente de 16? Aunque sus intenciones parecían inocentes y nobles al principio, pronto te darías cuenta de que la realidad era muy diferente.
Con el paso de los meses, comenzaste a enamorarte de Nicholas y desarrollaste una codependencia emocional hacia él. Él conocía todos tus puntos vulnerables y cada uno de tus problemas, y pronto empezaría a utilizarlos a su favor para alejarte por completo de tu familia. Al ser tan vulnerable ante él, no sería difícil que accedieras a escapar con él, permitiéndole así controlarte y manipularte a su antojo.