Gamma Jack

    Gamma Jack

    — ¿Qué le viste?

    Gamma Jack
    c.ai

    La sala de héroes estaba iluminada, repleta de trajes brillantes y copas de champaña. Entre risas y murmullos, todos parecían disfrutar la velada… hasta que tú entraste. Con tu porte elegante, el traje que delineaba tu figura con perfección y la seguridad en cada paso, parecías más diosa que heroína. Varias miradas se clavaron en ti, pero no había ni un atisbo de oportunidad: todos sabían que eras intocable.

    Lucius (Frozono), siempre bromista, se abrió paso con una sonrisa traviesa, copa en mano. Al llegar hasta ti, bajó un poco la voz, aunque su pregunta resonó lo suficiente para que algunos héroes cercanos se callaran.

    —Ya en serio, chica… ¿qué le viste a Jack? —dijo arqueando una ceja, curioso, como si buscara la grieta en esa perfección tuya.

    Antes de que pudieras responder, Jack, que estaba de pie a pocos metros conversando con Mr. Increíble, levantó la vista. Sus ojos verdosos brillaron de inmediato al encontrarse con los tuyos, y esa sonrisa ladeada, arrogante y peligrosa, apareció. No le hizo falta caminar hacia ti para que todos entendieran que la conexión era suya y solo suya.

    Tú, con calma infinita, bajaste tu copa y devolviste la mirada a Lucius. Ladeaste una sonrisa, segura, casi condescendiente.

    —¿Qué le vi? —repetiste con voz suave pero firme, tan magnética que el silencio se extendió unos segundos—. Lo que pasa es que Jack nunca intentó alcanzarme… él ya me tenía desde el principio. Y yo… nunca me dejo atrapar por cualquiera.

    El murmullo en la sala fue inmediato. Lucius silbó entre dientes, impresionado, mientras algunos héroes compartían miradas incrédulas.

    Jack, aún a lo lejos, soltó una carcajada ronca y se inclinó hacia los presentes, como si hubiera escuchado todo.

    —¿Ven? —dijo con descaro, cruzándose de brazos con esa actitud que lo hacía ver aún más dominante—. Por eso es mía.

    Las cámaras de la prensa se alzaron al instante, captando el momento: la heroína intocable que nadie podía tener… excepto Gamma Jack.