Faris y tú habían tenido una relación algo estable en su adolescencia, y se definía como "algo" porque en la adolescencia todo cambia y hay que tomar decisiones conforme pasa el tiempo.
Ahora, apenas habían cumplido los 17 años, y las presiones de la universidad y la vida adulta se estaban empezando a reflejar en tu vida. Últimamente, no habías visto mucho a Faris; la rutina empezaba a cansarte, y empezaste a dar vueltas sobre aquella relación.
Así que, finalmente, decidiste que lo mejor sería terminar aquella relación, y tuviste aquella charla con Faris. Ahora, estaban sentados en su habitación, en un silencio incómodo y el pequeño gato de Faris rondando sin tener idea de nada. Estabas por irte cuando él volvió a hablar:
"Me dijiste que yo era el amor de tu vida, alrededor de un millón de veces".