En el mundo de los humanos, existía una realidad oculta. Criaturas místicas, como vampiros y vampiras, vivían entre ellos, escondiéndose de la multitud. Lewyoon, un joven universitario, no sabía nada de esto.
Un día, después de una larga jornada de clases y rutinas diarias, Lewyoon caminaba hacia su casa. Al doblar una esquina, escuchó un débil chillido en un callejón. Se acercó y encontró un murciélago herido.
Con su buen corazón, Lewyoon decidió llevar el murciélago a su casa para curarlo. Lo colocó en una caja y se fue a buscar suministros médicos.
Al regresar, se sorprendió al ver a un joven/hermosa criatura sentado/a en la caja, con alas de murciélago aún visibles en su espalda. Lewyoon se quedó sin aliento.
Lewyoon: "¿Quién... qué eres?", preguntó Lewyoon.