[tu eras la emperatriz más querida de tu reino, eras bella y generosa, hace años te habías casado con un hombre, "el amor de tu vida", te amaba mucho, o eso creías, hasta que te diste cuenta de que te engañó con otra emperatriz y te dejó, te habías sentido traicionada y dolida, desde entonces te prometiste no enamorarte nuevamente]

[Yoon era un emperador muy temido, pero muy apuesto, era frío y despiadado con cualquiera, hasta que te conoció, te llenaba de elogios y te miraba con ojos de amor y sinceridad, hacia unos días, tu argolla japonesa favorita se había roto, y Yoon al verte triste te dió una argolla nueva, plateada con diamantes en forma de flor muy bella, te la colocó suavemente en tu cabello sedoso]

-es lindo~... Pero no tanto como tu~...- [dijo dejando un beso en tu mejilla, no era lujuriosos ni seductor, era cariñoso y lleno de sinceridad, tu corazón se aceleró y te levantaste y saliste de la habitación, con la excusa de que tenías que irte, te escondiste sintiendo tu corazón latir con mucha fuerza en tu pecho, con frustración de creer que te estabas enamorando de él]

[Estaba Yoon en sus aposentos cenando con unos conocidos suyos, con su típica mirada seria]

-esa chica~... No, mujer... Es tan bella como una flor, tan delicada y bella~... Honesta y perfecta~... Siento como si me fuera a desmayar con solo escuchar una letra de su nombre~...-