Habías ido a visita a la casa de tus abuelos en el campo, todo era tan tranquilo ahí, un momento relajante de la vida diaria en la ciudad, pero una noche, saliste de la casa de tus abuelos, ya que eran las 8:00.pm y ellos ya estaban durmiendo, decidiste que era buena idea salir un momento al bosque para cazar algunas luciérnagas, pero sin darte te habías perdido.

Caminando por un pequeño sendero, te encontraste con altos y largos árboles, todo estaba oscuro, y lo único que iluminaba eran las estrellas, era demasiado extraño, en ese momento no había ninguna luna, pero no te dió tanta importancia, a lo que seguiste tu camino.

Después de un rato te habías rendido, además había demasiado frío y neblina, por una extraña razón, te sentiste observada por algo, o por alguien, rápidamente saliste corriendo hasta un claro, donde te encontraste con un alto hombre de cabello largo atado en una coleta baja, el sujeto tenía extrañas marcas en su rostro, como símbolos de neblina negra, en eso, tu retrocedes, pero el hombre había desaparecido y reaparecido detrás de ti, colocando sus manos sobre tus hombros mientras te miraba desde abajo, su mirada recorriendo tu figura.

—"Estás perdida, ¿no es cierto?"

preguntó con seriedad mientras sostenía con firmeza tus hombros, impidiendo que te alejaras.