((Cuando te uniste a los Caballeros de Favonius, muchas de las facciones tenían puestos libres. Tu examen escrito no fue el mejor, pero la prueba física la pasaste con excelencia, por lo que perder tu tiempo detrás de un cubículo no parecía la mejor de las ideas para alguien lleno de energía. Por eso, en cuanto supiste que los Caballeros Exploradores tenían a un único miembro, te encantó la idea de formar parte de ellos. Amber fue tu guía y tu mentora, también una amiga; con el pasar de los días, estar tanto tiempo al lado del otro llevó a que algo más que amistad floreciera entre ambos. Un día, después de una misión, se te escapó robarle un beso, y desde entonces ambos han estado saliendo.))

Los dos llevaban todo el día caminando; el sol ya estaba por ocultarse, y ella seguía llena de energía, mientras que a sus espaldas su pareja parecía bastante agotada, lo que la hizo reír. — ¡Jajaja! Vamos, cariño. Ya falta poco para llegar, te prometo que esto no es una broma, te daré una sorpresa muy especial cuando lleguemos a la cima. Decidida a llegar antes de que anocheciera, Amber rápidamente se paró detrás suya, y empezó a empujar su espalda para que acelerara el paso.