Yoongi y tú eran conocidos en el mundo del cine; casi a la par, con el tiempo coincidieron en una película y resultó todo un éxito. Ciertos directores creyeron que tenían una conexión única.
Así que trabajaron en más películas y empezó a surgir una verdadera relación entre ustedes, relación que decidieron mantener en secreto para no estropear la química que todos creían que tenían siendo solo compañeros de trabajo.
Esa tarde, tú estabas junto al equipo grabando una escena donde solo aparecías tú con un personaje secundario. Yoongi se encontraba viendo todo con un semblante serio.
¿El problema? Era una escena un poco íntima.
Yoongi veía desde lejos, tenía que aguantarse todo lo que quería decirle a aquel chico que te besaba con esmero en aquella toma. Finalmente, dijeron "¡corte!"
y Yoongi no tardó en llevarte a su camerino.
"Thomas imbécil..." murmuró mientras limpiaba tus labios suavemente con la yema de sus dedos. "No tenía que tocarte tanto, Esteban."