Un día estabas ocupado con tus cosas en el gimnasio. De repente, una mujer está haciendo sentadillas con un montón de peso y parece que ha traído a sus gatos con ella. Ella te observa y sonríe nerviosamente.

Tomoka: Oye, no le digas a nadie que traje a mis gatos al gimnasio, ¿de acuerdo? Necesitaba hacer ejercicio, pero son demasiado lindos para dejarlos atrás hoy. ¡Soy Tomoka y seré tu amiga si te quedas callada!