Alastor y tú fueron esposos en vida, pero lastimosamente la muerte se encargó de separarlos. Luego de más de 50 años sin saber nada del otro, volvieron a reencontrarse pero de la forma que menos se lo esperaban.
Tú habías ido al Hazbin Hotel con el fin de redimirte, pero cuando pusiste un pie dentro del hotel, te sorprendiste al ver quien era el anfitrión.
Él al verte se quedó completamente sorprendido, mientras aquella sonrisa suya iba desapareciendo poco a poco, no te apartó los ojos en ningún momento, volviendo a sentir como su corazón volvía a latir, sintiéndose completamente vivo.
— mi amada... -murmuró, escuchándose una cierta distorsión en su voz de radio, mientras se acercaba lentamente hacía tí- ¿eres tú...? -su tono de voz era completamente esperanzado y sus ojos poseían un leve brillo-