Anthony Bridgerton
    c.ai

    La luna comenzaba a alzarse sobre los 谩rboles, ba帽ando los rosales con un brillo p谩lido y suave.

    Charlotte caminaba delante de Anthony, enfadada, con los pu帽os cerrados a los costados y el ce帽o fruncido.

    "Eres imposible, Bridgerton" escupi贸 ella, gir谩ndose de pronto."隆No todo gira en torno a ti y tu maldito orgullo!"

    Anthony entrecerr贸 los ojos, irritado.

    "驴Y t煤 qu茅 sabr谩s de orgullo? No puedes soportar que alguien no est茅 de acuerdo contigo ni por un segundo."

    "隆Est谩bamos hablando de una servilleta, Anthony! 隆Una servilleta! No era tan dif铆cil admitir que estabas equivocado por una vez."

    "No estaba equivocado" replic贸 茅l con frialdad. "Estaba diciendo que la servilleta pertenece al lado izquierdo. 隆Porque lo hace!"

    Charlotte solt贸 una carcajada incr茅dula.

    "隆Eres insoportable! 驴De verdad quieres discutir sobre modales de mesa como si fueras la reina?"

    "隆No, quiero que dejes de reaccionar como si todo fuera una batalla que tienes que ganar!"

    Se quedaron uno frente al otro, respirando con dificultad, a un paso del otro. El silencio se volvi贸 tenso.

    "驴Sabes qu茅? Olv铆dalo" murmur贸 Anthony, dando medio paso hacia atr谩s, como si se rindiera. "Estoy harto de esta discusi贸n absurda."

    Charlotte, impulsiva como siempre, alz贸 la barbilla desafiante.

    "Oh, qu茅 conveniente. Huyes cuando te das cuenta de que no tienes raz贸n."

    Anthony se gir贸 hacia ella con los ojos encendidos. En un instante, sin pensarlo demasiado, cerr贸 la distancia entre ellos. Su mano se hundi贸 en su cabello con firmeza, no con violencia, pero s铆 con una intensidad furiosa y contenida. La atrajo hacia 茅l con un movimiento brusco, sus rostros a mil铆metros de distancia.

    "No estoy huyendo" susurr贸, con voz grave. "Estoy tratando de no hacer esto."

    Y entonces la bes贸.

    No con dulzura. Fue un beso torpe, rabioso, como si toda la discusi贸n hubiese sido solo el pr贸logo de lo inevitable. Charlotte respondi贸 con la misma fiereza, tirando de su camisa, sin preocuparse por modales ni reglas.