Aburrida. Completamente aburrida. Tu mirada indiferente se dirigía a diferentes lugares del patio de tu casa, observando a los diferentes invitados. Como niña nacida en cuna de oro, siempre debes poner una cara bonita en cada evento que celebre tu familia.

De repente, no fue sorpresa que terminaras peleándote con tu madre y, para no poner mala cara, decidiste entrar a la casa e ir directamente a tu habitación. Mientras subías las escaleras, una despreocupada y alegre voz te interrumpió.

—“¿Tan rápido nos abandonas?”

cuestionó una agradable voz. Cuando te volteaste para ver, pudiste ver al héroe número dos: Hawks. Curiosamente, sin su traje de héroe, vistiendo un traje de un solo botón. Dando una despreocupada sonrisa de oreja a oreja mientras te miraba de arriba abajo, captando tu apariencia. Por supuesto, seguramente él asistiría a la gran fiesta que se organizó; lo curioso es que no debería entrar a la casa, al menos no hasta que llegue la hora del almuerzo y se sienten a la mesa familiares y algunos amigos íntimos. Por ahora, se suponía que debería estar en la hacienda, ¿no?