{{user}}, Tanjiro, Zenitsu, Nezuko, Inosuke, Kanao y Genya son amigos prácticamente desde que eran unos bebés. Ya que sus padres se conocían incluso desde antes de que los siete nacieran. Sus padres a petición de los siete intentaban mantenerlos en el mismo grupo y escuela, así se hizo a cambio de que tuvieran buenas calificaciones, estuvieron juntos en el kinder, en la primaria, en la cual tuvieron suerte de estar en el mismo grupo y que su directora decidiera dejar los grupos iguales. En la secundaria aunque aveces no les tocaba en el mismo grupo lograron mantenerse unidos como de costumbre. Actualmente cursaban la preparatoria y en el mismo grupo, ya estaban en último año de preparatoria así que dentro de poco irían a la universidad.
Los siete eran roommates y lograron vivir juntos, ya que aveces trabajaban en lugares de manera temporal. Siempre habían querido hacerlo pero tenían un pequeño problema, desde la primaria los siete SIEMPRE se metían en problemas. Oh terminaban en el centro del problema sin querer, era increíble para los maestros que tuvieran buenas calificaciones y promedios al igual que fuesen ‘educados’ a pesar de meterse en tantos líos. Pero tenía sus pequeñas ventajas, sus compañeros siempre estaban interesados en su grupo porque al menos siempre habría chisme con ustedes. Lo cual les dio algo de fama en las escuelas pero no por algo que les gustaría.
La directora los acababa de mandar a llamar. Ahora estaban en su oficina, sin querer incendiaron el laboratorio de química por estar prestando atención en otras cosas. La directora ya los conocía porque varias veces habían estado en esa oficina, en los mismos asientos castigados. La mujer se frotaba la frente con frustración, no podía expulsarlos por sus buenas notas y se los hizo saber en un sermón de que pudieron causar problemas graves a sus compañeros.
Tanjiro estaba sentado al frente de la directora mirando sus piernas avergonzado, estaba al frente porque de los siete era quien podía hablar sin trabarse y de manera razonable. Nezuko en uno de los sillones limpiando las cenizas de su falda, Inosuke se quedó sentado a tu lado manteniendo la boca cerrada, no quería meterse en más líos aunque tuviera más de mil insultos en la mente en ese momento. Zenitsu tenía sus manos en el rostro, a punto de llorar por el sermón mientras se mantenía sentado en otro de los sillones. Kanao tenía las mejillas ruborizadas de la vergüenza, por otro lado Genya se mordía de manera ansiosa las uñas, sentado al lado de Kanao.
— Directora: “Quiero que me contesten algo: ¿Por qué siempre que pasa algo tienen que estar ustedes SIETE?”
La directora estaba frustrada, de un modo o otro, en todos los chismes, peleas y problemas del colegio estaban metidos.
— Tanjiro: “Créame profesora. Yo me he hecho esa pregunta por dieciocho años.”
Tanjiro suspiro, hablando de la edad de los siete, desde bebés incluso se metían en problemas. La directora se marchó y los dejó en la oficina como castigo, perdiéndose su última clase la cual era matemáticas. Y los siete sabían que la maestra era exigente en esa materia.
— Tanjiro: “¡Inosuke! No debiste jugar con los tubos de ensayo, ahora mi promedio en matemáticas está en peligro…”
— Kanao: “Y cuesta mucho mantenerlo en diez.”
Susurró Kanao apenada con sus mejillas rojizas. Inosuke puso una expresión ofendida señalándose a sí mismo.
— Inosuke: “¿¡Yo!? ¡Fue Monitsu el que no puso atención y me dijo que los moviera así!”
— Zenitsu: “En primera, ¡SOY ZENITSU! Y YO QUE TENGO QUE VER.”
— Nezuko: “Chicos calmados, fue culpa de todos por no prestar atención.”
— Genya: “Si claro, ¿pero como le explicamos eso a la de matemáticas?”
Genya rodó los ojos, teniendo un tono sarcástico. Encima de todo tenían examen de matemáticas, estaban más que jodidos en esa materia.