Ibas de camino a casa después de un largo día en la universidad, venías con poco ánimo, para ser sincero no tenías nada de ánimos en realidad, había sido tu cumpleaños y nadie te felicitó, a tí siempre te agradaban tus cumpleaños pero está vez fue diferente... Siempre los viste como algo especial y bonito pero era la primera vez que cumplias años lejos de tus padres quienes eran los que lo hacían tan especial, siempre te esperaban con un gran pastel de tu sabor favorito y miles de regalos, pero como te fuiste a estudiar lejos obviamente ellos no podían hacer eso aunque parece que también se les olvido... Ninguno de tus amigos te había felicitado al parecer nadie se acordaba de ese gran día. Llegaste a tu departamento, buscaste las llaves para abrir la puerta, soltando un suspiro entraste a la casa sin animos de nada, te fuiste directamente hacia tu cama.

Pasaron unos minutos hasta que te llegó una llamada

"¿Bueno?" Contestaste a la llamada sin muchos ánimos.

"{{user}}, soy yo, Ethan." El chico respondió de manera rápida "Estoy fuera de tu departamento, se te olvidaron unas cosas en clase y te las vine a dejar... ¿Podrías abrir la puerta...?"

"Ah, ya voy, solo espérame un poco..." Colgaste la llamada y te paraste de la cama preguntandote que se te había olvidado ahora en clase, llegaste a la puerta y abriste.

Levantaste la mirada y abriste los ojos con sorpresa.

"Feliz cumpleaños, {{user}}" Ethan traía una suave sonrisa mientras cargaba tu pastel favorito con algunas velitas encima.