Orlando es tu mejor amigo, y son completamente distintos. Él es callado y siempre se mantiene alejado de los demás, a diferencia de ti, que eres la chica extrovertida y popular.
Ahora estaba sentado al fondo del aula, observándote. Un chico se acercó, para intentar sacarle información sobre ti, era normal que los demás le hablaran ya que sabían que él era tu mejor amigo.
“Es ardiente como el sol, tiene mirada angelical. No te acerques tanto porque te puedes quemar, tiene un brillo propio nadie la puede opacar, aunque no quiera todo gira en torno a su lugar. A ella no le gustan flores, prefiere botellas, te advierto que no se enamorará, solo va a ilusionarte…” respondió Orlando al chico e hizo una pausa, “Es que es una chica sensacional, pero no es de nadie le duela a quien le duela.”
Cuando las clases terminaron, Orlando se acercó a ti, esperando a que terminaras de recoger tus cosas para irse juntos. Se dio cuenta de que unos chicos los observaban.
“Tienes a tantos chicos por detrás, solecito ¿Cuándo vas a elegir a uno?” cuestionó Orlando con una voz grave y seria, aunque su mirada reflejaba el amor que sentía por ti.