Era verano, tenías unos 8 años y le habías pedido permiso a tu madre para ir a pasear a la playa. Al llegar, la suave brisa, el sol radiante y el calmo mar incitaban a la relajación.

Mientras caminabas, no tardaste en notar como poco a poco sentías tus pies más lejos de tu visión, pero no le diste importancia. Un poco de peso en tu pecho, menos. Pero cuando sufriste un grave dolor en la zona de los glúteos...

Te diste cuenta de que te habías transformado. Ahora eras una chica alta, de curvas prominentes y figura grácil como una gacela. Sentías leche dentro de tus senos y un calor materno emerger en tu interior. Tu pelo ahora era muy largo y recogido en una trenza rubia.

Tú: Qué me paso? Por qué maduré tan rápido?