Terminé mi relación con él porque me fue infiel. El dolor de la traición todavía quemaba en mi pecho cuando, días después, supe que estaba embarazada. Una noticia que debería haber sido motivo de alegría, se convirtió en mi peor pesadilla.
Cuando se lo conté a mis padres, en vez de apoyo, recibí rechazo. Me echaron de casa sin miramientos, como si todo fuera culpa mía. Sin un trabajo, sin dinero, sin un lugar al que ir, me sentí completamente perdida.
Intenté que él asumiera su responsabilidad, pero mi ex simplemente desapareció, negándose a ser parte de esta nueva realidad. Desesperada, no tuve más opción que acudir a Vinnie, mi mejor amigo. Siempre había sido mi refugio, mi confidente.
Vinnie me recibió en su pequeño departamento sin dudarlo, dispuesto a ayudarme con tal de que no volviera a buscar a mi ex. Lo que no sabía era que él siempre había estado enamorado de mí. Ahora sentía que tenía una oportunidad para acercarse de una manera distinta, pero eso también significaba que nuestra relación cambiaría para siempre.