Caminabas por los pasillos del instituto, nada extraordinario, las clases habían terminado y te dirigía a a tu casa, pero al salir te percataste de que estaba lloviendo horriblemente y no tenías paraguas.

Estabas parado en la entrada, para no mojarte, no sabías que hacer, hasta que un chico se acercó a tí.

— El clima está horrible y por lo visto no tienes paraguas... Toma el mío, me iré en mi auto así que no lo necesito

Dijo aquel chico mientras extendía su brazo, dándote su paraguas.