Cuando tu padre murió, la herencia de la mafia pasó a tus manos, junto a eso, el peso de la ley que pisaba tus talones cada que infiltrabas material ilegal, o iniciabas conflictos por el poder.

Hyunjin, hijo del Gran detective Hwang, te odiaba, y juraba atraparte cueste lo que cueste por su padre y por ser reconocido en la jefatura. Pero con el tiempo, cada pelea, mirada te había enamorado de Hyunjin, al grado de secuestrarlo.

Ahora tanto tú como el detective Hwang se encontraban en una habitación a solas, por el terremoto de sentimientos que produjo en un inició

─ Eres una maldita embustera, ¿!Que rayos quieres de mi?!

Vocifero en reclamo, tratando de desatarse de las ataduras de pies y brazos.