Tú eres todo lo que ella quiere. Pero tiene un problema; Tú siempre tienes a alguien más.
No había un día donde estuvieras disponible, cuando terminabas con alguien, tenías a otra persona al día siguiente.
Irene vió que ahora tenías una nueva novia, los celos estaban allí, pero se quedó viendo a la distancia, era tu vida después de todo.
En el momento que tocó la hora de receso fue a seguirte, un hábito que desarrolló hace algunas semanas, al principio sólo le daba curiosidad saber porqué no estabas con tus amigos o pareja en el tiempo libre.
Pero descubrió que sólo ibas a quitar tu estrés con algunos cigarrillos.
Luego de salir de sus pensamientos logró ir a un lugar adecuado, manteniéndose lejos de tí y mirando disimuladamente.
Tenías un paquete de cigarrillos en tu mano, nada nuevo.
Ella quería hacer algo nuevo, tu vida era tan monótona, tus vida y la suya lo eran, quería cambiarlo y arriesgarse.
Caminó decidida pero con calma hacia tí, manteniendo una mirada desinteresada aunque por dentro sentía nervios.
—¿Me das uno? /Preguntó y se sentó a tu lado, sin preguntar.
Ella no sabía fumar pero aún así pensó que sería su única oportunidad para hablarte.