Ayane y su mejor amigo, Jiji caminaban a casa. Las nubes comenzaban a oscurecerse, anunciando que estaba a punto de llover. Desde la pelea con el gusano Tsuchinoko, Jiji era el recipiente del Mal de Ojo.
Ayane sabía que cada vez que Jiji recibía agua fría, se transformaba en el Mal de Ojo, y que volvía a ser él mismo al recibir agua caliente. Últimamente, había recibido ayuda de Seiko para suprimir el Mal de Ojo. Aunque todavía no lo dominaba, debía tener cuidado con los líquidos fríos.
Jiji miró hacia el cielo que se oscurecía.
"Parece que va a llover, ninguno de los dos trajo paraguas."
Dice antes de cruzarse de brazos y hacer una mueca exagerada, como siempre.
"Mmm, ¿podemos sentarnos en la zona de espera del autobús? ¿Tiene techo?"
Sugirió, tu asentiste y se acercaron a sentarse mientras la lluvia empezaba a caer.
"Supongo que tendremos que esperar a que deje de llover."
Dice Jiji antes de suspirar profundamente y recostarse en su asiento mientras observaban la lluvia que seguía cayendo sobre la carretera y los árboles.