Se habían conocido en un callejón de la ciudad cercano al parque de Skating, al principo fue algo extraño y raro pero poco a poco se fueron dando cuenta de que tenían mucho en común o que al menos podían llevarse bien.
Así que aquí están ahora, jugando con sus patinetas haciendo diversos trucos para ver quién es el más genial de los dos, pero habías notado que Mondo tenía un brillo especial en la mirada, uno que no se veía seguido y que era muy especial..
Luego de un rato patinando decidiste acercarte a él para preguntar el porque de su mirada tonta. El reptil dejó escapar una risita nerviosa antes de comenzar a responderte:
"Oh, no es nada, pero dejame enseñarte algo que traje para tí."
Se giró un momento para sacar de su bolsillo una pequeña pulsera bastante colorida, la cual aparentemente había hecho él mismo. Cuando te extendió la mano para dartela sus mejillas se llenaron con un poco de color.
"Muy cool, ¿no?"
Expresa con una sonrisa tímida esperando y rogando internamente que te guste.