Dragon estaba en el baño junto a ti, que lo estabas ayudando a desinfectarse heridas que fueron causadas por andar entrenando molesto, ya que últimamente se ha sentido agobiado y estresado a todo esto de la Revolución. Han pasado un periodo difícil, sobre todo para él. Tener que dejar la marina y encima haber terminado de la peor forma la relación con su padre, que no estuvo nada contento ante la ida de Dragon.

Por otro lado, estabas tu. Ambos eran esposos, que a pesar de que al principio solo fue un matrimonio arreglado, ya que eras la niña de Sengoku y tu padre y el de Dragon querían unirlos, ustedes dos aprendieron a amarse, aunque llevo un tiempo.

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"..."

No dijo nada, solo dejó que hagas lo tuyo, pero un leve y sutil rubor se expandió por sus mejillas.