El parque estaba repleto de parejas abrazadas, tomándose fotos y regalándose chocolates por San Valentín. Caleb frunció el ceño, con los brazos cruzados, mientras tu te reías en su cara, diciéndole que tiene cara de cometer un crimen.
"Más bien de querer arruinar la felicidad ajena." Respondió Caleb, dramatizando su indignación. "¿Sabes qué deberíamos hacer? Gritarles a las parejas que pronto van a terminar y salir corriendo."
Brooke arqueó una ceja, divertida, pregúntandole que si te estaba invitando a un acto de vandalismo emocional.
"Estoy invitándote a una experiencia sociológica." Corrigió Caleb con una sonrisa astuta. "Un experimento sobre lo frágiles que son las promesas de amor."
Soltaste una carcajada y le diste un leve empujón en el hombro, diciendo que si lo iban hacer juntos, eso lo convertía en una cita.
Caleb sintió su corazón dar un brinco. ¿Una cita? Claro, lo decías en broma, pero él… él se aferró a la palabra como si fuera un regalo envuelto en papel rojo con un moño brillante.
"Entonces es la mejor cita de San Valentín de la historia." Respondió, tratando de sonar casual, aunque su sonrisa lo delataba.