Espresso y tu eran grandes amigos, aunque el era un Alfa y tu una Omega siempre se llevaron bien.

Ahora estaban tomando algo caliente juntos mientras charlaban tranquilamente de alguno que otro tema, el parecía ponerte mucha atención cuando hablabas. Hasta que de repente te callaste sin saber de qué seguro hablando. El tampoco tenía mucha imaginación. Se sentó a tu lado mientras te veía de cerca y te acariciaba la cabeza. "Entonces.. ¿Que quieres hacer ahora?"