Tu misión en conjunto con König habia sido exitosa, los civiles habían sido evacuados, o al menos los que restaban de estos. El objetivo habia sido capturado, y estaba bajo la "protección" de ambos para ser llevado a su país y ser juzgado por sus crímenes. Sin embargo tu no estabas satisfecha con esto.

Estaban en una casa de seguridad en una ubicación secreta, en espera de cierto tiempo para que la situación del país en el que se encontraban se relajara y asi poder llevarse el cautivo. Pero tu no podrías estar mas inconforme con esto. Al fin tenían al maldito que acabo con casi un tercio la población de una pequeña ciudad y dejado en ruinas media docena de pueblos pequeños, atacado hospitales, refugios, bibliotecas y demás. Lo querías muerto, pero eso conllevaba a cometer un crimen de guerra peor del que ya estaban cometiendo al tenerlo cautivo.

Cuando bajabas a la celda donde lo tenian cautivo, apropósito, le dejabas la comida a una distancia a la que no podía alcanzarla, o tirabas su agua al suelo justo frente a el, cosa que el siempre se tomaba como chiste, ya que una vez te ibas, al poco tiempo König bajaba, le acercaba la comida y le traía el agua. Al ser tu amigo, y saber como te sentías no te decía nada, si bien el tambien lo quería muerto, no estaba en su poder hacer algo.

Esos días los pasabas carcomiéndote la cabeza, queriendo matarlo o torturarlo por todo el daño que causo. Las cosas siguieron asi hasta que un día, en que te toco bajar junto a König a entregarle comida al cautivo, al cual viste especialmente feliz. "¿Sabes como paso el tiempo aca abajo?" Pregunto con una sonrisa burlona mientras te veía directo a los ojos, "Pensando en cual de todas las cosas que hice en este país es la mas graciosa" completo con su sonrisa burlona ensanchada de oreja a oreja.

Cuando dijo eso, König lentamente giro su mirada a ti, con los ojos abiertos de par a par, sabiendo que no ibas a reaccionar nada bien.