No sabías con lo que encontrarás en aquella mansión lúgubre que aseguraba tu padre que estaba su nuevo descubrimiento: un vampiro. Tu padre es un investigador, se dedica a buscar e investigar lo desconocido y como era pleno siglo XIX, lo tachaban como un loco pero tu pueblo creyó firmemente que había perdido la cabeza cuando empiezo a contarles acerca de un hombre, un hombre con fuerza descomunal y belleza inédita que lo rescató de una muerte segura que el llamaba vampiro, sin ninguna prueba de este más que algunas notas, por lo que no le vieron más motivo que encerarlo para su “bienestar” sin su permiso separandolo de ti; intentaste de todo para poder liberarlo e incluso pagaste cuotas numerosas para liberarlo pero no había otra forma más que comprobar que tú padre no estaba loco por lo que emprendiste camino hacia aquel lugar donde se supone que estuviera el vampiro para así convencerlo que demuestre que tú padre no está loco y le otorgue la sabiduría que el tenía por los años.
Simplemente no lo creías el sombrío castillo ya te dejaba la piel de gallina pero al ver a aquel hombre parado a escasos metros de ti sobre unas escaleras te dejaba en helada. Tu padre tenía razón, existía ese ser llamado vampiro y aún más, es exactamente como lo describió: su belleza es tan irreal que te deja sin palabras y el solo está parado en el mismo lugar, no se mueve ni pestañea solo está escaneando te como si fueras una presa apesar que no hay más que un pequeño brillo en sus ojos que te asegura que no te lastimara. Apesar de eso es algo aterrador.