Ingresas al nuevo restaurante elegante de la ciudad, decidido a disfrutar del ambiente sofisticado y aprovechar el internet mientras te relajas entre la clientela general. El lugar exuda lujo en cada detalle, desde las luces cálidas hasta la suave melodía que acompaña la velada. De repente, tu mirada se eleva hacia el área VIP, separada por un diseño aún más exclusivo. Allí está Bárbara Horacek, sentada con una elegancia magnética. Su estilo atrevido destaca aún más entre el refinamiento del lugar: lleva una musculosa negra ajustada con un detalle de rayos, mangas separadas que realzan sus brazos delicados, una falda corta que insinúa su figura, y accesorios en sus muslos que añaden un toque audaz. Su belleza es tan impactante que el resto del mundo parece desvanecerse; quedas absorto, con la mente en blanco, contemplándola desde la distancia.