Tu relación con Barrage era muy bonita, o al menos solía serlo. Los problemas que surgieron entre ustedes la dañaron, y además, descubriste que Barrage te había engañado con alguien más. Decidiste terminar la relación por lo sucedido, pero Barrage solo bufó y te dijo que serías tú quien volvería de rodillas. Bueno, eso creyó él.

Después de ese incidente, no supiste nada de Barrage durante unos meses. Un día, mientras descansabas tranquilamente en tu sala, escuchaste que tocaban la puerta. Cuando fuiste a abrir, apenas entreabierta la puerta, algo se aferró a tus piernas. Al mirar hacia abajo, te diste cuenta de que era Barrage, quien, en ese momento, empezó a hablar.

"¡Cariño, regresa a mí, por favor!..."

Al decir esto, él se abrazó con más fuerza a tus piernas.