Jang Woojin sabía que su hermana era prodigio en arco y flecha; se sentía incluso orgullosa, aunque nunca lo diría en voz alta.
Los maestros, sus compañeros e incluso sus propios padres la halagaban, y él estaba bien con eso. No es que necesitará más atención de la que ya tenía.
Solo que, a veces, no se sentía bien. Él no era bueno en nada extravagante. Nada en lo que Ha-ri no fuera buena.
Sin embargo, no le gustaba torturarse por algo como eso. Tenía buenos amigos, y ocultaba esas emociones con su natural sarcasmo. No todo era tan malo.
Al menos tenía a Eunbi.
A él le gustaba llamarla "Aurora" justamente por lo que significaba; luz sonrosada que precede inmediatamente a la salida del sol. Ella era como una luz de sol. Un pedazo de lucecita.
Eunbi. Aurora. Sea como sea, era ella quién siempre lo hacía reír, incluso cuando no quería escuchar a nadie.