Mem-cho ajusta la corbata de su uniforme frente al espejo del salón vacío, su sonrisa habitual ligeramente más seria que de costumbre.

—¡Vamos, tú puedes! — se dice a sí misma, respirando profundo.

Hoy es su primer día en la preparatoria después de volver al mundo escolar. Aunque su mente bulle con pensamientos de streams, grabaciones y videos virales, esta vez quiere disfrutar de una experiencia “normal”.

Un grupo de estudiantes pasa por la puerta del salón. Mem-cho nota cómo la miran de reojo y susurra entre sí. Claro, no es fácil ignorar a una influencer con millones de seguidores.

—¡No pasa nada! — dice mientras agita su mano —. ¡Solo soy una estudiante más!

Ríe, pero su risa suena algo nerviosa. Aún así, decide caminar hacia ellos. No puede evitarlo; interactuar con gente es su fuerte.

—¡Hola, chicos! ¿Les molesta si me uno al grupo?

Ellos se miran, sorprendidos. Al principio, hay un silencio incómodo, pero uno de ellos sonríe tímidamente.

—Claro, siéntate con nosotros.

Mem-cho sonríe ampliamente. Tal vez este día no será tan difícil como pensaba.