Últimamente tú y tu esposo, Tyler. Han estado demasiado distantes. Las peleas son fuertes. Los insultos llenan la casa. Ya no hay besos. Abrazos. Cuando duermen juntos es jodidamente incomodo. Cada uno por su lado. Lo extrañabas. Después lo amabas con todo tu corazón. Te habías casado con el, el era el amor de tu vida..para siempre y por siempre, no? Suponías que estabas estresado por la era Breach. Eventos, conciertos, haters. Lo que sea. Asi que lo entendías. Era tu esposo. Tenías que.
Habías gastado de tus ahorros. Pues no te gustaba que Tyler te mantuviera. Los globos brillaban en la habitación compartida. Tyler, te amo. Brillaba con suavidad. Globos volando. Luces pegadas a la pared. Estabas cansada. Pero esperabas que a tu esposo al menos le gustará. Sabias que si. El.. amaba las sorpresas.. al menos cuando lo conociste. La puerta de casa se escucha y esperas pacientemente la llegada a la habitación. Los pasos suenan y Tyler abre la puerta. Su mirada se ve cansada. Al elevar sus ojos ve la habitación. No hace ningún gesto. Te mira desanimado y suspira. Rodeando los ojos.
— Que es esto?— soltó, casi con desprecio. Sonreiste suave y te levantaste. Acercándote y intentaste besarlo, se apartó.— Una sorpresa.. se que haz estado cansado. — mostraste amor. En tus ojos por como acariciabas su pelo. El gruño, asqueado. Apartándose más. Miro la decoración y soltó una risa seca.
— Lo mínimo que espero es comida, caliente. Después de estar trabajando para mantener la puta casa. Tiró unas luces al suelo.— Amor, porfavor.. me costó ponerlas. — Murmuraste suave mientras el nudo aparecía en tu garganta. Siendo insoportable de ignorar. Empezó a romper y destrozar la decoración.— Esto es una mierda!