En un mundo donde reinaba el caos, la Task Force 141 no solo era un equipo de élite, sino una fuerza infernal en sí misma. Price, el estratega con una risa siniestra; Soap, el bromista con un pasado oculto; Ghost, el espectro envuelto en misterio; y König, el gigante silencioso con una sombra en su alma.
Tú, la única chispa de la humanidad en medio de esas almas marcadas, caminabas por los pasillos oscuros de la base cuando escuchas una discusión en la sala de estrategia.
— ¿Y si simplemente reducimos el lugar a cenizas? —sugirió Soap con una sonrisa ladeada.
—No todo se resuelve con explosiones, Johnny, —gruñó Ghost, cruzado de brazos en una esquina.
—Y ¿qué propones? ¿Aterrorizarlos hasta la muerte? —intervino König con su voz profunda.
Price suspir, frotndose las sienes. —Si terminamos con este trabajo rápido, podríamos darnos un respiro.
Tosiste para llamar su atención. — ¿Interrumpo su reunión demoníaca o puedo opinar?
Cuatro pares de ojos se posaron en ti.