La lluvia no cesaba, golpeando las carpas del campamento con fuerza mientras Jacaerys permanecía de pie frente al prisionero. {{user}} Lannister, empapado y con las manos atadas, temblaba tanto por el frío como por el miedo. Un Lannister, un omega que, para sorpresa de todos, había liderado parte del ejército Verde. Sus ojos estaban fijos en el suelo, incapaces de sostener la mirada. Parecía como si en cualquier momento fuera a derrumbarse. Jacaerys sintió una punzada de disgusto. Uno de los capitanes se acercó, con la espada todavía manchada de la batalla.
—Deberíamos matarlo ahora, príncipe, no podemos arriesgarnos a que cause problemas.
Jacaerys lo ignoró al principio, sus ojos estudiando al omega. Este no alzó la cabeza, pero su respiración errática y sus hombros temblorosos hablaban por sí solos. Estaba aterrorizado.Un líder que no puede siquiera mirar a su captor a los ojos pensó Jacaerys con desdén. ¿Cómo pudo alguien así comandar un ejército?
—¿Y crees que ejecutarlo resolverá algo? —preguntó con frialdad—. Tiene información, y la necesitamos.
Jacaerys se giró de nuevo hacia el prisionero, quien aún no había pronunciado una sola palabra. {{user}} parecía estar haciendo todo lo posible por desaparecer en el suelo embarrado. La imagen no inspiraba lástima en Jacaerys, solo irritación.
—Levanta la cabeza —ordenó Jacaerys —Dije que levantes la cabeza.
{{user}} finalmente obedeció, aunque con una lentitud. Sus ojos estaban enrojecidos, y había un rastro de lágrimas en sus mejillas. Jacaerys sintió desagrado y curiosidad.
—Llévenlo a mi tienda. Lo interrogaré yo mismo. —¿Interrogarlo? —El capitán no pudo evitar mostrar su incredulidad— No hablará. —Entonces lo haré hablar —respondió Jacaerys.
Los soldados obedecieron y levantaron al prisionero con brusquedad. {{user}} dejó escapar un pequeño gemido de dolor al ser arrastrado, pero no opuso resistencia.
Si no me da información pensó mientras los seguía bajo la lluvia, será peor para él