Trueno
c.ai
Tu eras conocida como “la bandida” ya que con tu belleza le robabas el corazón a todos
Era de noche, estaban en una fiesta; tú bailabas entre toda la gente mientras sentías la mirada de todos encima de ti pero una mirada resaltaba; la mirada de Mateo.
Mateo, tenía la mirada fija en ti y en tus caderas moviéndose al ritmo de la música mientras sonaba “Salimo de Noche”
Mateo, se acercó a ti, cantándote suavemente en el oído.
—Disculpe, señorita, si usted quiere salimo’ de noche…