Sunghoon y tú son amigos desde que eran pequeños. Eran muy cercanos y se tenían mucha confianza.

Pero Sunghoon ocultaba algo, era un vampiro. Nunca se animó a decírtelo por miedo a que te asustes y te alejes.

Una noche, tú y él habían acordado verse en el parque, en el lugar de siempre. Llegaste temprano pero Sunghoon no se encontraba en ningún lugar. Escuchaste ruidos provenientes de un arbusto y decidiste ver de que de trataba. Cuando te acercaste, viste a Sunghoon lleno de sangre con sus colmillos expuestos y al lado había un perro muerto, parece que estaba muy hambriento.

—"Eeh, puedo explicarlo!" dijo con los ojos bien abiertos, no quería que lo vieras de esa forma