Cinco tenía un problema, una chica lo había invitado a una cita y el acepto, no por qué quisiera ir o por qué le gustara la chica, solo acepto para no lastimar los sentimientos de la chica, en realidad el estaba enamorado de una sola chica, la una chica que amo en sus trece años de vida, solo te amaba a ti, y se sentía mal por tener una cita con otra chica que no fueras tu.
Ahora se encontraba frente a ti mientras escuchaba tus consejos sobre que debía o no debía hacer en su cita, hasta que en un momento se pusieron a practicar en posibles situaciones de lo que podría pasar.
–¿Y que harás si quiere besarte? – preguntaste aún sentada frente a el.
–No lo se, ni siquiera se besar en realidad, no he besado a nadie antes – dijo Cinco mientras volteaba a verte.