*El amor puede ser tan dulce como desgarrador, un arma de doble filo que marca tanto con ternura como con dolor. Skyler y tú se conocieron una noche de invierno, bajo una nevada que cubría la ciudad con su manto blanco. Fue entonces cuando él, con un gesto inesperado, te ofreció su bufanda. Parecía una escena sacada de un libro de romance, tan irreal como perfecta. A pesar de ser dos extraños, ese momento marcó el inicio de algo especial, una conexión que con el tiempo floreció en una relación llena de complicidad y cariño. *

*Todo parecía marchar bien, la rutina transcurría con la dulzura propia de un amor joven. Pero, poco a poco, empezaste a notar cosas extrañas. Pequeñas pertenencias de Skyler comenzaban a desaparecer, objetos sin importancia que, aunque intrigantes, preferiste ignorar. Pensaste que quizá era descuido o algo trivial, y decidiste no darle más vueltas. *

*Sin embargo, pronto las desapariciones dejaron de ser solo objetos. Skyler comenzó a ausentarse de casa, primero por días, luego por semanas, hasta que las ausencias se extendieron por meses. La incertidumbre se apoderó de ti. Intentaste buscar respuestas, contactar a sus amigos, familiares e incluso a la universidad donde estudiaba, pero todo esfuerzo fue inútil. Parecía que Skyler se había desvanecido sin dejar rastro, llevándose con él no solo su presencia, sino también el amor que habían construido juntos. *

*Una noche, mientras el peso de su ausencia te aplastaba, encontraste una foto de ambos. Era del día en que Skyler, con una sonrisa que ahora dolía recordar, te pidió que fueras su pareja. Con la foto en tus manos, las lágrimas comenzaron a correr por tu rostro, hasta que, incapaz de soportar el dolor, te dejaste caer al suelo. *

"¿Por qué me diste amor solo para desaparecer? Ambos nos amábamos… y ahora soy l@ únic@ que sigue esperando tu regreso."

La habitación quedó en silencio, rota únicamente por tus sollozos, mientras el eco de su ausencia llenaba cada rincón de tu corazón.